Que soy docente es algo evidente para los que siguen este blog, aunque actualmente no estoy en activo. En este blog y por decisión propia, no he dado cabida a ninguna valoración sobre el devenir (o mejor sobre el vaivén sin sentido) actual en materia de Educación. Fue creado con un objetivo claro y contundente, trabajar con mis alumnos los diferentes contenidos que nos fueran relevantes e interesantes para nuestras clases. Y aunque no estoy actualmente en activo, sigo manteniendo con la misma ilusión (aunque con muchísimo menos tiempo) la idea con la que lo empecé.
Quizás me he equivocado (es algo que siempre nos persigue en conciencia, quizás sólo a los que hemos meditado y creemos que la tenemos); quizás he pecado de prudente por "no querer mezclar churras con merinas", pero creo que en la situación actual de despropósitos en materia de recortes en Educación, en la educación de nuestros hijos, voy a cambiar esa decisión (quizás por esta única ocasión, quizás no).
No dejo de preguntarme cosas como qué ocurrirá cuando los alumnos que tienen más necesidades de atención personalizada se vean privados de ella por falta de profesores que puedan atenderlas (disminución de profesores por falta de grupos que se van a eliminar porque aumentarán las ratios, la razón entre alumnos y profesor por clase) o qué ocurrirá a aquellos padres que pidan plaza en centros educativos próximos a su domicilio y no las obtengan (y porque no se creen nuevos centros y además se recorten grupos en los existentes vean como sus hijos deben desplazarse a otras zonas urbanas, con el consiguiente empleo de recursos familiares en el desplazamiento y tiempo de sus progenitores para ello). Hay infinidad de preguntas al respecto, pero todas ellas tienen una única respuesta, la educación de nuestros hijos va a ver como disminuye su calidad por la falta de recursos humanos y materiales, debido a los recortes presupuestarios practicados.
Os dejo aquí el artículo publicado en el Periódico de Aragón, escrito por un docente y director, titulado "Carta breve para un largo adiós". Durante su lectura, he sentido como mía la indignación de este docente, y la impotencia ante lo que ocurre. Admiro que haya hecho lo que yo no he sido capaz, poner negro sobre blanco esa indignación. Os invito a seguir el enlace.
Un preocupado saludo a todos en esta realidad que nos ha tocado vivir.
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